Victorino de La Salle

 

 

 

 

 

CLAUSURA DEL PROCESO ARQUIDIOCESANO DEL HNO.  VICTORINOCatedral de San Juan

 

 

El 8 de enero, conforme se había anunciado, tuvo lugar la Solemne Ceremonia de Clausura del Proceso Arquidiocesano de la Causa de Beatificación del Hno. Victorino en la Catedral de San Juan, en Puerto Rico.

 

Ante la presencia de las autoridades de la Iglesia puertorriqueña, se entregó al Hno. Rodolfo Meoli, Postulador de la Causa, toda la documentación recogida, formada por las declaraciones de los testigos de Puerto Rico, Miami y Cuba, así como de los testimonios escritos, las cartas y publicaciones del propio Hno. y todo cuanto ha sido escrito sobre él Y todo esto con varias copias en cajas separadas, debidamente selladas y lacradas, que fueron llevadas a Roma por el Hno. Meoli, para ser entregadas a la                   Catedral de San Juan

Secretaría de la Causa de los Santos, en el Vaticano.

  

En la ceremonia estuvieron presentes el Hno. Pedro Fernández, Presidente de la Delegación de las Antillas y Hermanos de su Consejo, así como los Hnos. de Puerto Rico, y todos los miembros del Tribunal de la Causa, junto con delegaciones de Antiguos Alumnos y Federados de la Juventud Católica, de Puerto Rico y Miami.

  

Ceremonia Damos muchas gracias al Señor, que ha permitido que en poco tiempo, esta Causa vaya tomando forma, y consolidándose. Ahora el Proceso debe continuar en el Vaticano, y si queremos ver al Hno. Victorino elevado a los altares, debemos pedir a Dios su glorificación, si es su voluntad, facilitando algún milagro por su intercesión. A los 75 años  de haber comenzado su obra cumbre, la  Federación de la Juventud Católica, que se extendió en poco tiempo por toda Cuba, debemos dar gracias a Dios por habernos dado a los cubanos la presencia de este

 

El Superior General Hermano Álvaro Rodríguez

y los Hermanos Rodolfo Meoli, Postulador y

Wilfredo Pérez, co-postulador

 

hombre ejemplar y apostólico que supo confiar en los laicos e impulsar con ellos un valioso movimiento de vida y acción eclesial, que transformó la mentalidad de la juventud cubana y llenó los seminarios y noviciados de hermosas vocaciones, y las parroquias y escuelas de valiosos líderes juveniles, facilitando así el desarrollo de muchas y fecundas familias cristianas.

  

Artículos Previos de Archivo

 

 

Revista Clarinada Enero-Marzo 2003

 

HACIA LA BEATIFICACIÓN DE VICTORINO

Alberto J. Villaverde, SJ y Sergio R. San Pedro

M as de cuarenta años nos separan de la fecha en que murió el Hno. Victorino. En estos últimos dos años, hemos logrado más de 1,500 folios con documentos acerca de las actividades apostólicas —vida, virtudes, ideales, escritos, consejos, preocupaciones— de ese extraordinario ser humano que tuvimos la dicha de que nos enseñara a amar a Cristo, a su Iglesia, a nuestra Madre-Patrona, y también a nuestra Patria.

Toda la documentación del ‘Tribunal Arquidiocesano de San Juan de Puerto Rico, solicitando la beatificación del Siervo de Dios, estamos a punto de rubricarla en estos días, toda vez que los censores arquidiocesanos han confirmado que nada de lo escrito por el Hno. Victorino, está en contra de la fe y las buenas costumbres.

Con gran alegría les informarnos que el Arzobispo Metropolitano de San Juan. Mons. Roberto 0 González Nieves ha señalado el próximo día 8 de enero de 2003 para la Clausura del Proceso Diocesano de la Causa del Siervo de Dios. Hno. Victorino, fsc.

Esta fecha es muy importante para la Diócesis de San Juan, para el Instituto De La Salle, para la Iglesia Cubana y para todos los Antiguos Federados y Lasallistas.

¿Qué falta? Que continuemos solicitando la intercesión del Siervo de Dios. Que nos demuestre su poder intercesor con alguna señal prodigiosa. Falta el milagro requerido para elevar a los altares al querido fundador de la Federación de la juventud Católica Cubana. Y para animarnos y alentarnos a que acudamos al Siervo de Dios, les recordamos algunos testimonies y anécdotas recogidas últimamente.

"Durante mis vacaciones en Santiago de Cuba llegué a San Luis para asistir a un baile de las fiestas patronales, organizado por los federados. Me identifiqué como miembro del Grupo de La Habana, y que conocía a Victorino. Inmediatamente me rodearon y no dejaron de preguntarme sobre él. Lo habían conocido en una pasada visita y todavía conservaban una gran impresión de la personalidad del Hermano. La noche del baile se convirtió en una charla acerca de Victorino".

De un documento recibido de La Habana copiamos: "Soy miembro fundador del Partido Comunista. Hoy, treinta y tantos años después de haber tratado a Victorino en la Federación con muchos trechos de amarguras, frustraciones y desencuentros, la figura del Hermano sigue viva en el corazón. Me impulsa una fuerza interior a decirles que en los momentos más difíciles de mis desencantos con la Iglesia Institucional y Preconciliar nunca he podido prescindir del ejemplo, de la presencia y del cariño por el Hno. Victorino".

En un programa radial de Miami intervino una antigua federada y explicó que en la iniciación de su Grupo Universitario de Farmacia y Enfermería, Victorino les pedía prometer que no aconsejarían jamás recetar anticonceptivos.

 

 

Mensaje de los Federados

  

Estimados Federados/as:

 El proceso de beatificación del Hermano Victorino se encuentra en una etapa crucial que necesita nuestra urgente consideración.

El canon 1453 del Derecho actual, advierte que “los jueces y los tribunales han de cuidar de que, sin mermar Ia justicia, todas las causas se terminen cuanto antes, y no duren más de un año en el tribunal de Prirnera Instancia, ni más de seis meses en el de Ia Segunda Instancia.

El Tribunal Examinador de la Causa Hermano Victorino se constituyó en Segunda Instancia, el 3 de Julio del 2001. Es notable que estamos algo atrasados en cumplir con las disposiciones del Derecho Canónico para estos casos. No podemos demorarnos para enviar nuestros testimonios. La santidad del Hermano Victorino tenernos que hacerla patente por escrito, para demostrar al tribunal su comportamiento entre nosotros, así, como Ia trascendencia que tuvo en la vida de muchos, aun sin conocerle.

La santidad de una persona no se debe considerar exclusivamente con “actitudes y acontecimientos maravillosos”. Hay “otras santidades canonizables”, como por ejemplo”el cumplir las obligaciones de cada di’a con sencillez y amor movidos por la gracia divina”. La santidad del Hermano Victorino podremos catalogarla en esta categoría, ya que el orientó siempre su vida a Dios primero, y al servicio a los demás después. Un simple favor concedido es muy importante pues demuestra Ia fe “en la oración de intercesión”.

 Federado, Federada, escribe hoy tu testimonio, no lo pospongas más.

 

Marta e lbrahím Tellado

Matrimonio Presidente de los Antiguos Federados de Ia

Acción Católica Cubana

 

1) Nos informa el Hno, Wilfredo Vice-Postulador de la Causa, desde Puerto Rico. que ya el expediente de la diócesis de San Juan está casi terminado. En cuanto esté listo, se enviará a Roma para su estudio

 2) El 16 de abril de este año. Aniversario 36° de la muerte del Hermano Victorino, se celebró una Misa en la Iglesia de Reina, en La Habana. oficiada por los jesuitas Ignacio Cruz y Nelson Santana, este ultimo Antiguo Alumno recordando el Venerado Hermano y pidiendo a Dios por el proceso de su Causa

Después de la Eucaristía hubo una animada reunión, organizada por los antiguos miembros de la Acción Católica.

SOLICITUD Y RECORDATORIO:

Se recuerda a todos los lasallistas su compromiso de rezar diariamente la Oración por la Glorificación del Siervo de Dios Hno. Victorino, pues esto es vital para el progreso de su Causa. Y particularmente hacer algo especial el día 16 de cada mes, aniversario de su muerte.

 

El Proceso del Hermano Victorino

 

El Tribunal Diocesano de Puerto Rico es el encargado de instruir el proceso informativo sobre la vida, virtudes y fama de santidad del Hermano Victorino. Lo mas importante de la actividad del Tribunal es conseguir las pruebas testificales, es decir las testimonios de personas que conocieron y trataron directamente al Hno. Victorino (testigos de vista), y testimonios de los que han oído hablar de Él (testigos de oídas.)

Las primeras pruebas testifícales fueron obtenidas de entrevistas en Miami. Fue una actividad intensamente laboriosa de la que resultó un cartapacio de 66 páginas, las entrevistas en Puerto Rico han sido hasta ahora solamente seis, y el cartapacio ocupa 4l folios.

Las pruebas documentales son los escritos originales de Victorino (lo relacionado con temas doctrinales, religiosos, morales) y ya resultado muy difícil para nosotros, conseguir lo que escribió con el seudónimo de VOX, y los temas y traducciones que hacia para las reuniones de los Equipos de Matrimonios. Este material imprescindible, importantísimo, tenemos que presentarlo a la autoridad eclesiástica para que la revisen dos censores, y es indispensable el nihil obstat de ellos para que el proceso pueda prosperar. Estamos en este aspecto muy atrasados par falta de material. Solamente hemos conseguido copia de algunos escritos de VOX, algunos originales de temas de los Equipos, y textos de charlas y discursos. Ocupa 110 folios el cartapacio, pero esa muestra es mínima si la comparamos con lo que Victorino produjo. ¡Necesitamos un esfuerzo de búsqueda para que nos ayuden en este paso tan necesario!

Faltan otras entrevistas importantes que hacer en Miami, otras en Puerto Rico y, sobre todo, las de Cuba. Necesitaríamos testimonios de muchos mis que conocieron a Victorino, pero no podemos llegar a ellos por la distancia, ni podemos comunicarnos porque desconocemos sus domicilios. De ellos nos conformaríamos con un testimonio explicito.

Suponemos que les resultará interesante, y hasta curioso, el ir conociendo lo que hemos avanzado. El proceso de la causa de beatificación de nuestro querido siervo de Dios, Hno. Victorino. Es importante también, que caigamos en la cuenta de lo complicado, serio y difícil del proceso. Para nosotros ha sido una experiencia única. Esperamos que comprendan lo mucho que nos falta, y la ayuda que necesita, de todos y cada uno de ustedes, todos y cada uno de los miembros de este Tribunal de Puerto Rico.

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